domingo, 20 de diciembre de 2020

Cientos de religiosos se manifiestan contra las ECOSIG

DECLARACION DE LA SANTIDAD DE LA VIDA Y LA DIGNIDAD DE TODOS



Nos hemos reunido en calidad de líderes religiosos, académicos y líderes laicos de todo el mundo para afirmar la santidad de la vida y la dignidad de todas las personas.  

Afirmamos que todos los seres humanos de todas las orientaciones sexuales, identidades de género y expresiones de género son parte preciosa de la creación y parte del orden natural.

Afirmamos que todas las personas somos iguales ante Dios, a quien muchos llaman Divinidad, y, por lo tanto, somos iguales entre si. Es por esto que llamamos a que todas las personas seamos tratadas de forma equitativa ante la ley.

Reconocemos con tristeza que ciertas enseñanzas religiosas, a través de las épocas, han causado y continúan causando profundo dolor y ofensa a aquellas personas que se identifican como lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, queer e intersexuales.

Reconocemos con profunda pena que algunas de nuestras enseñanzas han creado, y continúan creando, sistemas opresivos que fomentan la intolerancia, perpetúan la injusticia y derivan en violencia. Esto ha llevado, y continúa llevando, al rechazo y apartamiendo de muchas personas por parte de sus familias, sus grupos religiosos y sus comunidades culturales.

Pedimos perdón a todas  aquellas personas cuyas vidas han sido dañadas y destruidas con el pretexto de alguna enseñanza religiosa.

Creemos que el amor y la compasión deben ser la base de la fe y que el odio no tiene cabida en la religión.

Hacemos un llamado a todas las naciones a poner punto final a la criminalización con base en la orientación sexual o la identidad de género, a acabar con la violencia contra las personas LGBT+ que son condenadas y a que se imparta justicia en su nombre.

Pedimos que dejen de existir todos los intentos de cambio, represión o supresión de la orientación sexual, identidad de género o expresión de género —comúnmente conocidos como “terapia de conversión”—, y que estas prácticas dañinas sean prohibidas.

Finalmente, pedimos por el fin de la perennidad del prejuicio y estigma, y nos comprometemos a trabajar de manera conjunta para celebrar la inclusión y el extraordinario obsequio que es nuestra diversidad.

 

Fuente: Global Interfaith

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