Tanto el poliamor como las relaciones abiertas comparten la característica de ser tipos de relación no monogámica, pero más allá de sus similitudes tienen algunas diferencias en torno a los vínculos que se forman entre las personas involucradas.
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Antes que nada, es importante mencionar que ambos tipos de relaciones deben ser consensuadas. Todos los tipos de relación —monogámica o no— deben partir de acuerdos voluntarios entre quienes las integran. En estos casos, los acuerdos permiten a los involucrados formar más de un vínculo amoroso, sexual o afectivo.
Sin embargo, las reglas de las relaciones pueden variar diametralmente.
¿Qué es ‘ser abiertos’?
A pesar de sus similitudes, el poliamor y la relación abiertas suelen distinguirse por sus acuerdos. Una relación abierta es aquella en la que uno o los dos integrantes de una pareja tienen la posibilidad de tener relaciones con otras personas.
Aunque la relación abierta parte del supuesto de que sus integrantes saben que su pareja puede tener otras relaciones, existen distintos tipos de involucramientos. Un tipo de acuerdo muy común es el llamado «don’t ask, don’t tell» (ni preguntar ni decir). Es decir, cada integrante de la relación tiene permitido involucrarse con otras personas a condición de que su pareja no se entere. No obstante, también hay otros tipos de acuerdos en los que se prioriza la comunicación y la transparencia sobre los encuentros con otras personas.
También se pueden compartir vínculos
Entonces, ¿cuáles son las diferencias entre una relación abierta y el poliamor? De acuerdo con Renee Divine, terapeuta estadounidense especializada en sexo y relaciones, «las relaciones abiertas típicamente comienzan cuando uno o dos miembros de la relación quieren buscar satisfacción sexual fuera de la relación mientras siguen teniendo sexo y una conexión emocional con su pareja original».
En cambio, «el punto en el poliamor es poder enamorarse de múltiples personas». En las relaciones abiertas suele imponerse la restricción de que las interacciones sexuales con otras personas fuera de la pareja no deben derivar en vínculos amorosos. Mientras tanto, en el poliamor la idea es tener múltiples relaciones íntimas y amorosas.
Además, mientras en una relación abierta puede hacerse el acuerdo don’t ask, don’t tell, en el poliamor las relaciones pueden entablarse simultáneamente con el pleno conocimiento de las partes.
Existen varios tipos de relaciones poliamorosas. En algunos de ellos los involucrados establecen una jerarquía entre sus vínculos. Es decir, hay una pareja prioritaria y una que se suma a la relación. En otros casos, no hay una estructura jerárquica y las tres o más personas involucradas tienen el mismo estatus en la relación. Y también hay personas que se involucran en más de una relación poliamorosa y otorgan a todas sus relaciones el mismo estatus romántico.
Si te interesa estar en una relación abierta o probar el poliamor es importante que tomes en cuenta algunas cosas. Para empezar, en cualquier relación no monogámica la comunicación es fundamental. Es necesario plantear claramente deseos y límites al momento de generar acuerdos.
Por otro lado, contrario a lo que suele pensarse, sí puede existir la infidelidad en una relación no monogámica. Las infidelidades derivan de la violación de los acuerdos establecidos. De hecho, cumplir los acuerdos requiere tanto compromiso como una relación monogámica.
Fuente Homosensual
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"Ética promiscua", Dossie Easton y Janet W. Hardy
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